Una noche de verano
- estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa -
la muerte em mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
- ni siquiera me miró -,
con unos dedos muy finos
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mi. Qué has hecho?
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila, dolido my corazón.
Ay, lo que la muerta ha roto
era un hilo entre los dos!
Antonio Machado
Sem comentários:
Enviar um comentário